Cómo quitar el estrés: guía completa con métodos efectivos y prácticos

Sentir estrés hoy en día es completamente normal. El ritmo acelerado, las responsabilidades, las noticias, los pendientes y la presión constante pueden llevarnos a un estado de tensión que se siente en el cuerpo y en la mente. Si estás buscando cómo quitar el estrés, probablemente ya intentaste descansar, distraerte o «pensar positivo»… y aun así la sensación sigue ahí.
Aquí encontrarás técnicas inmediatas, hábitos sostenibles y recursos sencillos para apoyar tu bienestar mental y acompañar a tu sistema emocional.
¿Qué es realmente el estrés y por qué aparece?
El estrés es una reacción natural del cuerpo cuando percibe algo como una presión o una demanda que supera los recursos del momento. Es parte del funcionamiento del sistema nervioso, y en momentos de alerta puede aumentar las hormonas del estrés, acelerar el ritmo cardíaco, elevar la presión arterial e incluso modificar la forma en que respiras.
Los factores estresantes más comunes incluyen cargas laborales, tensiones familiares, preocupaciones económicas, falta de descanso, consumo irregular de alimentos saludables y acumulación emocional.
Síntomas frecuentes:
- Tensión muscular.
- Irritabilidad o ansiedad.
- Problemas para dormir.
- Dolor de cabeza.
- Agotamiento.
- Falta de concentración.
- Sensación de estar «al límite».
- Problemas gastrointestinales leves.
- Pensamientos negativos difíciles de detener.
¿Cómo quitar el estrés de inmediato? 7 técnicas que sí funcionan
Estas herramientas funcionan en minutos y ayudan a calmar la respuesta de alerta del cuerpo:
1. Ejercicio de respiración diafragmática 4-2-6
Es una forma de respiración profunda que activa la respuesta de calma del cuerpo.
- Inhala por la nariz durante 4 segundos.
- Mantén 2 segundos.
- Exhala lento en 6 segundos. Repite 6 a 10 veces.
La exhalación más larga envía una señal al sistema nervioso de que estás a salvo, reduciendo la activación de alerta.
2. Relajación muscular progresiva
Un tipo de ejercicios de relajación que reduce tensión, sobre todo en zonas específicas como mandíbula, cuello o espalda.
- Aprieta grupos de músculos por partes (puños, hombros, abdomen) durante 5 segundos.
- Suelta de golpe.
- Recorre todo el cuerpo, incluso los dedos de los pies.
3. Grounding 5-4-3-2-1
Ideal cuando te sientes saturado emocionalmente. Menciona:
- 5 cosas que puedes ver.
- 4 que puedes tocar.
- 3 que puedes oír.
- 2 que puedes oler.
- 1 que puedes saborear.
Ayuda a volver al momento presente y cortar la rumiación.
4. Reencuadre rápido: «¿Qué puedo controlar ahora?»
Te ayuda a reducir la sensación de desbordamiento.
- Identifica la situación.
- Distingue lo controlable vs. lo no controlable.
- Elige un micropaso.
Por ejemplo: si te preocupa una entrega laboral, lo «controlable» puede ser enviar un mensaje pidiendo claridad o avanzar 10 minutos; lo «no controlable» es la reacción de los demás.
5. Mini-pausas somáticas
Mover el cuerpo libera endorfinas, que ayudan a la reducción del estrés.
- Sacudir manos.
- Estirar cuello y hombros.
- Caminar 30 segundos.
6. Visualización de un lugar seguro
Cierra los ojos un minuto y piensa en un sitio donde te sientas tranquilo. Tu cerebro reacciona como si estuvieras ahí.
El cerebro procesa imágenes mentales de forma muy similar a experiencias reales, por eso esta técnica tiene un efecto calmante.
7. Autohabla compasiva
Reemplaza el «tengo que poder» por:
- «Esto es difícil, pero estoy haciendo lo que puedo.»
- «Puedo pausarme.»
- «No necesito hacerlo perfecto para que esté bien.»
- «Puedo avanzar de a poco.»
La autocompasión ayuda a bajar la tensión interna.
¿Cómo reducir el estrés a mediano plazo? 7 hábitos que regulan tu sistema nervioso
Las técnicas rápidas ayudan, pero los niveles de estrés disminuyen realmente cuando ajustas ciertos hábitos:
1. Sueño reparador
Dormir poco altera la regulación emocional, el sistema inmunitario y el estado de ánimo. Una rutina fija y menos pantallas antes de dormir puede marcar diferencia.
2. Actividad física regular
No tiene que ser intensa, una caminata rápida de 15 minutos ayuda a regularte. También puedes optar por movimiento accesible: estiramientos, yoga suave o bailar unos minutos.
3. Alimentación equilibrada
Saltarte comidas o consumir demasiada cafeína suele aumentar la irritabilidad. Los largos periodos sin comer aumentan la activación del sistema de alerta.
4. Espacios de descanso reales
Evita descansar mientras trabajas. Toma pausas auténticas: sin celular, sin tareas.
5. Mindfulness sencillo
Prácticas de conciencia plena como:
- Observar tu respiración durante 3 minutos.
- Comer un snack con atención plena.
- Poner atención a los sentidos.
6. Límites personales y laborales
Decir «no» también es cuidado personal. Puedes practicar frases simples como:
- «Hoy no puedo tomar más tareas.»
- «Puedo ayudarte mañana.»
7. Gestión emocional
Prácticas como journaling, nombrar emociones o identificar detonantes ayudan a reducir la reactividad.
Puedes escribir: «Hoy me sentí abrumado cuando…», «La emoción que noté fue…», «Lo que necesito ahora es…».
¿Cómo prevenir el estrés y por qué no basta con «relajarte»?
Prevenir el estrés también implica crear un ritmo de vida que te dé espacio para respirar, escucharte y avanzar a tu propio paso. Te recomendamos:
- Organización sencilla: prioriza, divide tareas grandes y usa listas pequeñas de 3 objetivos.
- Evitar la multitarea: el cerebro no está diseñado para dividir atención en exceso. Una cosa a la vez.
- Descanso como parte del día, no premio: microdescansos cada 90 minutos.
- Manejo del tiempo: métodos como Pomodoro, bloques temáticos o agendas visuales disminuyen la saturación mental.
- Detectar patrones de autoexigencia: pensamientos como «debo ser perfecto», «no puedo fallar» o «si no hago todo yo, nada sale bien» alimentan estrés crónico.
La prevención hace que tu sistema nervioso se mantenga estable, evitando llegar al punto de colapso.
Señales de que el estrés ya es demasiado y necesitas ayuda profesional
Si notas alguna de estas señales, puede ser un buen momento para buscar apoyo emocional:
- Problemas persistentes para dormir.
- Irritabilidad intensa.
- Llanto frecuente.
- Preocupación constante.
- Dolores físicos sin causa aparente.
- Dificultad para concentrarte.
- Agotamiento profundo.
- Sensación de estar «al límite» todos los días.
También es importante hacerlo si notas que las situaciones estresantes empiezan a afectar tu vida cotidiana o tus vínculos con tus seres queridos.
La terapia no solo ayuda a reducir el estrés: también te acompaña a manejarlo de manera más sana a largo plazo. Si quieres comenzar, puedes agendar una sesión desde $20 USD con psicólogos certificados y especializados en salud mental.
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Preguntas frecuentes
¿Qué puedo hacer si el estrés no se quita aunque intente de todo?
Puede indicar que hay factores emocionales más profundos. Un proceso terapéutico puede ayudarte a explorarlos.
¿Cuánto tiempo tarda en bajar el estrés?
Depende de la causa: algunas técnicas ayudan en minutos, pero regular el estrés crónico puede tomar semanas.
¿Qué ejercicios son los mejores para reducir el estrés?
Respiración, grounding, actividad física ligera y relajación muscular son prácticas con buenos resultados.
¿El estrés puede causar síntomas físicos fuertes?
Sí, como dolores de cabeza, tensión muscular, malestar estomacal o palpitaciones pueden ser señales frecuentes.
¿Cómo saber si mi estrés es ansiedad?
La ansiedad suele acompañarse de pensamientos acelerados y sensación de peligro. Si interfiere con tu vida diaria, busca apoyo.
¿Cómo quitar el estrés antes de dormir?
Prueba respiración lenta, estiramientos suaves, journaling y desconexión digital una hora antes de acostarte.
¿La terapia realmente ayuda a controlar el estrés?
Sí, suele ser una herramienta efectiva para comprender tus emociones, disminuir la carga mental y aprender recursos personalizados.












