Tipos de emociones: ¿Qué son y cómo gestionarlas mejor?

Diariamente tomamos decisiones, actuamos y percibimos ciertas situaciones de acuerdo con nuestras emociones. Pero, ¿qué son realmente?, ¿cómo surgen?, ¿cómo identificarlas y gestionarlas mejor? ¡Descubrámoslo!
¿Qué son las emociones?
Las emociones son el conjunto de reacciones psicofisiológicas que tenemos como respuesta a estímulos externos. Estos movimientos o impulsos producen una alteración de corta duración de nuestro ánimo, pero de gran intensidad, y nos permiten adaptarnos a situaciones, personas, lugares u objetos.
En las emociones influyen:
- Las experiencias o conocimientos que adquirimos a lo largo de nuestra vida.
- La forma en la que reaccionamos desde nuestro nacimiento.
Anteriormente, se le daba mayor importancia a la parte más racional de los seres humanos que a la emocional. Con el paso del tiempo, se ha reconocido que esa forma de reaccionar a los estímulos y situaciones que percibimos tiene una gran influencia en las decisiones que tomamos y en cómo nos sentimos.
Estas reacciones tienen tres dimensiones: la experiencia subjetiva, la respuesta fisiológica y la respuesta conductual.
Las 3 dimensiones de las emociones
La experiencia subjetiva
Aunque existen una serie de emociones básicas compartidas por todos los seres humanos, la forma en la que cada quien las experimenta puede variar. La intensidad depende de varios elementos como las características del entorno y los cambios fisiológicos.
Diversos estudios señalan que las emociones se generan por niveles de abstracción que definen su complejidad:
- Emociones superficiales: debidas a percepciones elementales y reacciones inmediatas.
- Emociones complejas: producto del análisis de escenarios, el entorno, la memoria y los estados pasados, presentes y futuros de una persona.
Por ejemplo, no todos experimentan una emoción como la rabia de la misma manera. Algunos pueden hacerlo por una reacción inmediata a un estímulo nervioso y otros como una respuesta a una situación del entorno que generó una ofensa.
La respuesta fisiológica
Las emociones pueden generar reacciones físicas y químicas involuntarias, como:
- Aceleración del ritmo cardíaco.
- Sudoración.
- Nudo en el estómago.
- Respiración rápida.
Estas respuestas son manejadas por nuestro cerebro y el sistema nervioso autónomo.
La respuesta conductual
Es la expresión real de nuestras emociones y está asociada al lenguaje corporal. Algunas respuestas fisiológicas e involuntarias incluyen:
- Sudoración
- Respiración agitada
- Aumento del ritmo cardíaco
- Dilatación de la pupila
- Sonrojarse
En este componente también influyen las normas culturales, que determinan si somos más o menos expresivos en determinadas circunstancias. Aquí influyen:
- Expresiones faciales
- Gestos
- Comunicación no verbal
- Distancia interpersonal
Entre las reacciones más universales se encuentra la sonrisa para comunicar alegría y el ceño fruncido para manifestar tristeza o molestia.
Tipos de emociones
Existen muchas formas de clasificar las emociones. Una de ellas las divide en emociones primarias o innatas y emociones secundarias o sociales.
También hay otras teorías que las agrupan según diferentes criterios, como las propuestas por Paul Ekman, Robert Plutchik o la clasificación en positivas y negativas.
Emociones primarias o innatas
Estas emociones están presentes desde tu nacimiento, forman parte de tu proceso de adaptación y son universales, es decir, independientes de la cultura en la que creces.
Alegría
Te brinda una sensación de bienestar y satisfacción, y promueve la afiliación con los demás. Aparece ante una situación que te gusta o te hace sentir bien, y estimula los pensamientos positivos. La acción característica es reír.
Asco
Es el desagrado intenso que puedes sentir hacia algo que te parece repugnante. Genera rechazo y puede incluso asegurar tu supervivencia porque estimula la protección. Puede causar tensión muscular, hiperventilación y dolor estomacal.
Ira
Es la irritabilidad o enfado que provoca una función adaptativa de autodefensa. Surge ante la pérdida de algo que consideras que te pertenece o el daño que alguien te causa. En el cuerpo genera hiperventilación, taquicardia y tensión muscular.
Miedo
Es el recelo o aprensión ante una amenaza o posible peligro, incluso imaginario. Provoca angustia, inseguridad e incertidumbre, pero también es un mecanismo de protección. Puede acelerar el ritmo cardíaco, generar tensión muscular y, en ocasiones, causar dolor en la boca del estómago.
Sorpresa
Es el asombro que surge ante un evento inesperado. Puede causar desorientación por unos segundos mientras te adaptas a la nueva situación. Su expresión facial característica incluye la boca y los párpados muy abiertos.
Tristeza
e produce desdicha o infelicidad ante la pérdida de algo o alguien importante para ti. Esta emoción genera reintegración, es decir, que seas consciente de aquello que añoras, y provoca una sensación de duelo. El nudo en la garganta, la pesadez en el cuerpo, el dolor en el pecho y la necesidad de aislamiento son señales comunes.
Emociones secundarias o sociales
Las emociones secundarias o sociales se desarrollan con el tiempo a partir de la interacción con otras personas y el aprendizaje cultural. Suelen estar influenciadas por las normas, valores y experiencias adquiridas en la vida.
Culpa
Aparece cuando sientes que has traicionado los valores que tienes como individuo y como miembro de una sociedad. En tu cuerpo se expresa con la aparición de un nudo en la garganta, tensión en el estómago y/o en el pecho.
Va acompañada de un pensamiento reflexivo y constante sobre un evento o situación que te hace evaluar los antecedentes y consecuencias de la acción o decisión que tomaste.
Celos
Surgen cuando sientes una amenaza de perder algo que quieres o consideras que te pertenece. A veces pueden demostrar inseguridad o falta de confianza. Esta emoción negativa puede alimentar el resentimiento hacia una tercera persona presente en un triángulo relacional.
Vergüenza
Aparece cuando consideras que quienes te ven, o podrían verte, serán testigos de un hecho o acción que perjudica tu apariencia o la de alguien más. Esto provoca que te inhibas y evites ciertas conductas para no recibir el rechazo o la burla de la sociedad.
Orgullo
Es una emoción adaptativa que aparece cuando estás muy satisfecho con lo que eres o lo que haces. Puede fomentar tu autoestima y seguridad; sin embargo, cuando es excesivo, puede afectar negativamente tus relaciones.
Placer
Es una emoción positiva que se manifiesta cuando logras satisfacción. Puede ir desde aspectos biológicos fundamentales, como comer, reproducirse o dormir, hasta relaciones sociales más complejas. No obstante, cuando se experimenta en exceso debido a acciones peligrosas como el consumo de drogas, puede suprimir la toma de decisiones responsable.
Otras clasificaciones de las emociones
Clasificación de Paul Ekman
El psicólogo Paul Ekman, pionero en el estudio de las emociones y las expresiones faciales, propuso en 1972 seis emociones básicas y universales:
- Miedo
- Asco
- Sorpresa
- Tristeza
- Felicidad
- Enfado
En 1999, añadió:
- Vergüenza
- Satisfacción
- Desprecio
- Excitación
- Diversión
- Orgullo
Las emociones son "un conjunto complejo de interacciones entre estados subjetivos y objetivos, que involucran experiencias psicológicas, expresiones faciales, y reacciones autónomas" (Ekman, 1999).
Clasificación de Robert Plutchik
En 1980, Robert Plutchik creó la rueda de las emociones, que define ocho dimensiones emocionales primarias y contrapuestas:
- Alegría / Tristeza
- Confianza / Disgusto
- Ira / Miedo
- Sorpresa / Anticipación
Estas pueden combinarse para dar lugar a otras emociones como amor, optimismo, susto, desprecio, remordimiento, sumisión, alevosía y decepción.
Emociones positivas y negativas
Otra clasificación común distingue entre:
- Positivas: Asociadas a sentimientos agradables y estimulantes, como alegría, satisfacción, optimismo, amor y felicidad.
- Negativas: Asociadas a sensaciones desagradables ante amenazas o desafíos, como tristeza, rabia, odio y amargura.
Ambos tipos de emociones son normales y necesarios. El equilibrio es clave: predominio de emociones positivas para una vida sana, pero permitirse sentir emociones negativas de forma controlada cuando sea necesario.
¿Cuáles son las funciones de las emociones?
Las emociones tienen tres funciones principales: función adaptativa, función social y función motivacional.
Función adaptativa
Cada emoción tiene su utilidad y prepara al organismo para actuar eficazmente según el entorno. Sirve como facilitadora de las respuestas más apropiadas ante ciertas exigencias externas.
Ejemplos de funciones adaptativas:
- La alegría se asocia con la afiliación.
- La sorpresa con la exploración.
- La calma con la conexión.
- El miedo con la protección mediante la huida o inmovilidad defensiva.
- El dolor con la respuesta ante un estímulo que puede prevenir heridas más graves en el futuro.
En la vida reaccionas de forma diferente ante el placer y ante el dolor. El miedo, por ejemplo, puede salvarte en situaciones de riesgo; y el dolor, aunque incómodo, puede ser una señal para evitar daños mayores.
Función social
Las emociones facilitan la interacción social y son clave en la comunicación no verbal que solemos expresar de manera inconsciente.
- Manifiestan tu estado de ánimo y permiten a otros intuir tu comportamiento.
- Tienen un valor importante en las relaciones interpersonales y en la adaptación al entorno.
- Permiten intercambiar información a través de la expresión facial y la postura, incluso antes de usar palabras.
- Influyen en los demás y, a su vez, se ven influenciadas por ellos.
- Expresan tu estado afectivo y regulan las reacciones que otros tienen hacia ti.
Función motivacional
Existe una retroalimentación entre la emoción y la motivación. Cuando la primera aparece, te sientes animado a hacer algo. Asimismo, cualquier conducta motivada genera en ti una reacción emocional.
Una emoción puede hacer que aparezca una conducta motivada propia y se ejecute con intensidad. Todo dependerá del nivel de agrado o desagrado que provoque, y de la intensidad de la reacción emotiva.
La ira puede generar en ti, como conducta motivada, enfado o irritabilidad. Dependiendo de la intensidad de esa emoción, puedes preferir hablar con alguien o, todo lo contrario, estar a solas.
¿Cómo gestionar mejor las emociones?
Para mejorar nuestra calidad de vida y avanzar en nuestro desarrollo personal es importante saber reconocer y manejar nuestras emociones.
A continuación, te presentamos algunos consejos para que aprendas a gestionarlas mejor:
- Identifica tus señales emocionales lo antes posible: piensa cómo te sientes, qué activa esa reacción y cuál es la intensidad.
- Localiza en tu cuerpo dónde sientes la emoción: puede ser en la garganta, en el pecho, en la boca del estómago o en otra área.
- Ponle un nombre a cada emoción: si identificas más de una, sepáralas y etiquétalas.
- No juzgues tus emociones: sean positivas o negativas, debes aceptarlas.
- Busca el origen de la emoción: comprende qué la provocó y por qué está presente.
- Dale a cada emoción el espacio que merece: una vez superada la situación, finaliza esa emoción para evitar que permanezca más de lo necesario.
Las emociones son parte fundamental de los seres humanos. Reconocerlas, aceptarlas y expresarlas aumenta nuestro bienestar y mejora nuestra calidad de vida.
Tal vez, si desde pequeños recibiéramos educación emocional, sería más fácil aceptar lo que sentimos y entender cómo y por qué reaccionamos de cierta manera a lo largo de nuestra vida. En el plano social, también ayudaría a mejorar nuestras relaciones interpersonales.
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