¿Cuáles son los tipos de terapia psicológica más eficaces?
No todos los problemas son iguales y no existe una sola manera de abordarlos. Durante esa búsqueda de soluciones, a lo largo de la historia de la humanidad, se han desarrollado diferentes teorías para evaluar la mente, tratar de entender la forma en que funciona y recuperar su bienestar.
Esos enfoques y perspectivas teóricas y prácticas dieron origen a diferentes tipos de terapias psicológicas, con protocolos y metodologías bien definidas para abordar una situación. ¿Cuál es la más eficaz? ¿En qué se diferencian? ¡Veamos a continuación!
¿Qué es la terapia psicológica?
La terapia psicológica o psicoterapia es una herramienta que tiene como objetivo modificar la conducta de un individuo para evitar que sienta malestar ante ciertos comportamientos y pensamientos negativos.
Este término abarca el tratamiento de los trastornos de salud mental, por parte de un profesional, bien sea un psicólogo, un psicólogo clínico o un psiquiatra, que ayudará a reconocer y comprender todos aquellos aspectos que afectan el bienestar emocional.
Esa ayuda profesional se da mediante una conversación en la que se trabaja en profundidad un asunto concreto, para reconocer y comprender por qué el paciente se mueve por emociones negativas, como la tristeza y la ira.
Los métodos y las estrategias usadas durante la terapia psicológica dependerán del tipo de psicoterapia que ejecute el psicólogo.
¿Por qué acudir a terapia psicológica?
Cuando sentimos que hay situaciones que nos sobrepasan, no sabemos afrontarlas y afectan nuestro bienestar emocional y mental, es importante admitir que se necesita ayuda profesional.
Gracias a la terapia, se pueden poner en orden las ideas, los sentimientos y buscar las mejores soluciones a los problemas que se presentan. Todo esto contribuye con la salud mental de una persona.
En Sanarai, hay especialistas altamente calificados que te brindarán acompañamiento emocional y atención personalizada vía online para que no tengas que desplazarte.
¿Qué problemas podemos tratar?
Una persona puede enfrentar problemas en diversos aspectos de su vida. Veamos a continuación algunos de ellos.
Problemas personales
Hay situaciones puntuales que pueden afectar el estado de ánimo de un individuo. Esto puede generar:
- Estrés
- Ansiedad
- Pérdida de confianza
- Falta de motivación
- Insatisfacción o sensación de vacío.
Falta de habilidades sociales
A algunas personas les cuesta entablar una relación con los demás, bien sea como amigos o compañeros de trabajo. En terapia, pueden aprender a interactuar con otros y expresar sus ideas, emociones y deseos.
Desórdenes emocionales
La baja autoestima, la tristeza y la depresión pueden afectar gravemente la calidad de vida de un individuo. En terapia, se aprende a tener conciencia sobre las emociones vividas y a manejar los altibajos.
Problemas con el entorno familiar
Las relaciones con nuestro entorno más cercano a veces se tornan tan difíciles que terminan afectando diversos aspectos de la vida de la persona. La intervención psicológica en este caso puede contribuir con la restauración de la armonía entre los miembros del grupo familiar.
Los tipos de terapia psicológica más eficaces
Existen diferentes enfoques para abordar los problemas que afectan nuestra salud mental. Algunos tienen muchos años de implementación, y otros responden a nuevas corrientes de estudio.
Veamos a continuación los diferentes tipos de terapias psicológicas que existen:
Terapia cognitivo-conductual
Este enfoque considera que, así como un comportamiento inadaptado es aprendido, se puede desaprender.
Un psicoterapeuta cognitivo-conductual orienta a un individuo para que tome conciencia de todos aquellos procesos mentales voluntarios e involuntarios, sus creencias y cambie los patrones de pensamientos disfuncionales por juicios más realistas.
La terapia cognitivo-conductual (TCC) considera que, lo que se piensa sobre diferentes situaciones, influye en los sentimientos y en el comportamiento.
En este caso, el terapeuta hace un análisis funcional de la conducta para investigar qué factores influyen en la producción o mantenimiento de los comportamientos desadaptativos.
Una vez identificado y analizado el problema, implementa técnicas cognitivo-conductuales expositivas, entrenamiento en habilidades sociales, reestructuración cognitiva, entre otros, que ayudarán a modificar esos patrones de comportamiento.
Este tipo de terapia se ha utilizado para tratar trastornos de pánico, trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia, depresión, entre otros.
Terapia sistémica breve
Este tipo de psicoterapia tiene su origen en la terapia familiar. De acuerdo con este enfoque, las dificultades que enfrenta el ser humano dependen de las relaciones que tiene consigo mismo y su entorno.
Las técnicas y los procedimientos usados para desarrollar este proceso terapéutico abordan el problema psicológico como un síntoma que exterioriza las verdaderas causas que afectan al paciente y que se espera resolver de forma rápida, eficaz y sin mayor sufrimiento.
Terapia neuropsicológica
Atiende a personas de cualquier edad que tengan algún tipo de lesión cerebral o mal funcionamiento del sistema nervioso, congénito o adquirido, tales como un accidente cerebro vascular, Alzheimer, problemas de memoria, traumatismo craneal, entre otros.
Se indica un tratamiento psicológico y terapéutico a partir del diagnóstico del perfil neuropsicológico de la persona.
Terapia Gestalt
Este enfoque se creó a finales de los cuarenta por Fritz Perls, y tiene a la relación terapéutica como la principal herramienta de cambio.
El objetivo del terapeuta no es dirigir al paciente para decirle lo que debe o no hacer. Durante ese contacto con el profesional, el individuo trabaja en el autodescubrimiento, en mostrarse tal cual es y desarrollar su potencial para lograr su crecimiento personal.
Esto se logra a partir de la utilización de técnicas experienciales y creativas que buscan mejorar la autoconciencia, la autodirección y la libertad de la persona que busca ayuda.
Terapia racional-emotiva-conductual
Este tipo de terapia tiene como objetivo resolver mediante un enfoque filosófico, empírico y directivo los problemas emocionales y conductuales.
La idea es que la persona tome conciencia de sus emociones mediante la racionalidad para afrontar eventos detonantes no deseables.
La terapia racional-emotiva-conductual ha sido útil en el tratamiento de trastornos de ansiedad, problemas de ira, fobias sociales, frustraciones, entre otros.
Terapia breve centrada en soluciones
No se enfoca en el problema, sino en la meta que las personas desean alcanzar. Para ello, se trabaja en la visualización o imaginación de una alternativa viable, en vez de darle fuerza a lo que se quiere dejar atrás.
La terapia breve centrada en soluciones tiene un tiempo limitado y se plantea como objetivo cambiar algún pensamiento disfuncional para que el paciente pueda encontrar su equilibrio emocional y social.
Para ello trabaja con una serie de preguntas que instan a la reflexión y el autoconocimiento.
Terapia de aceptación y compromiso
Pertenece a las escuelas de terapia cognitiva-conductuales. Tiene como objetivo potenciar la flexibilidad psicológica mediante estrategias de aceptación y razonamiento.
Durante la psicoterapia, se realizan una serie de ejercicios psicológicos para reconocer el problema emocional y su efecto sobre los pensamientos y la forma de actuar. A partir de allí, la persona aprende a modificar su relación con los aspectos negativos de su vida y favorece el cambio.
Terapia de pareja
Está destinada a tratar y analizar los conflictos que se presenten dentro de una relación amorosa.
El terapeuta ayuda a las parejas a reconocer el problema que están enfrentando y cuáles son sus pautas de funcionamiento.
Aunque en un principio se busca una renovación de la relación y una modificación de las actitudes negativas para alcanzar una comunicación sana, también es posible que se diagnostiquen y aborden casos en los que una separación, lo menos traumática posible, es la mejor opción.
Terapia humanista
En este enfoque el terapeuta tiene un papel secundario, ya que solo actúa como facilitador para que el sujeto encuentre por sí solo las respuestas que busca.
Durante el proceso, la persona pasa por una serie de etapas en las que debe preguntarse el porqué de las cosas que le ocurren, cuál puede ser su significado y cómo mejorar la situación que enfrenta.
Al final, este tipo de psicoterapia tiene como meta la autorrealización del ser humano.
Terapia psicoanalítica
Según el psicoanálisis, el comportamiento de cada individuo está asociado a los conflictos que surgieron en su niñez y están guardados en su inconsciente. El padre de esta teoría fue Sigmund Freud.
Para esta especialidad, esos conflictos crean mecanismos de defensa que frenan el desarrollo de la persona, definen su comportamiento y son reflejados en sus pensamientos disfuncionales, sueños y emociones.
El psicoanalista hace énfasis en esos impulsos instintivos que están reprimidos y los hace aflorar mediante la asociación libre, la interpretación de sueños y los actos fallidos.
En el caso de la asociación libre, el paciente hace catarsis emocional, es decir, expresa en la terapia todas sus ideas, emociones y pensamientos tal y como aparecen, sin contenerse.
Terapia psicodinámica
Está en línea con el pensamiento psicoanalítico de la posmodernidad. Propone que la persona obtenga un insight sobre sus motivos y conflictos ocultos.
La terapia psicodinámica tiene influencias freudianas, pero sus sesiones son más breves y un tratamiento psicológico menos intensivo.
Aunque el objetivo es que el paciente conozca su verdadero yo y haga un análisis profundo de su personalidad, el foco está en los problemas actuales de la persona.
Terapia interpersonal
Este tipo de psicoterapia considera que muchos de los síntomas psicológicos responden a interacciones ambivalentes, dañinas y complejas que produjeron una alta ansiedad.
La terapia interpersonal tiene como objetivo mejorar la calidad de nuestras interacciones y la comunicación con los demás. Su tiempo es limitado, ya que define unos objetivos específicos que deben alcanzarse en un plazo específico.
Esta terapia se puede realizar de manera individual o en entornos grupales. Se recomienda para tratar casos de depresión, trastornos de la alimentación o ansiedad.
Terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR)
Los especialistas que apoyan este enfoque terapéutico aseguran que es eficaz en el tratamiento de personas abrumadas por problemas psicológicos causados por trastornos de estrés postraumático.
La EMDR se ha implementado en casos como accidentes en transportes, ataques sexuales, crímenes violentos y combate. Se centra en el recuerdo de la experiencia traumática vivida y utiliza los movimientos oculares para tratar a la víctima.
Durante la sesión, el terapeuta escucha la historia del paciente y los sentimientos que le produce ese momento. Luego, le hará seguir sus dedos con los ojos para activar el mecanismo de procesamiento de la información y modificar la memoria traumática.
Atención plena / Mindfulness
Esta disciplina toma conceptos de la filosofía budista y la terapia de aceptación y compromiso (TAC).
Propone a la persona adquirir un estado de conciencia y calma que le permita conocerse mejor, autorregular su comportamiento, estar en el presente y aceptarse.
Conocer en qué consiste cada tipo de terapia psicológica te permitirá tener una idea sobre la metodología a implementar y los casos en los que suelen aplicar. Sin embargo, será el especialista quien te orientará sobre la psicoterapia que mejor se adapte a ti, según el problema que deseas trabajar.
En Sanarai contamos con variedad de psicólogos que cubren los diferentes tipos de psicología. ¡Agenda tu sesión!