Tipos de depresión, causas, síntomas y tratamientos

La depresión es un trastorno mental que afecta profundamente la salud emocional, cognitiva y física. Muchas personas intentan enfrentar la depresión clínica por su cuenta, lo que puede intensificar los síntomas y prolongar el proceso de recuperación. 

Por ello, queremos invitarte a informarte y reflexionar sobre este tema. Como dice el dicho: «No hay mal que dure cien años». A continuación, encontrarás información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos disponibles, diseñada para ayudarte en tu camino hacia el bienestar mental.

¿Qué es la depresión?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la «depresión» como una enfermedad cuyos síntomas y signos se identifican como tristeza persistente, pérdida de interés en las actividades cotidianas y sociales durante al menos dos semanas.

En los últimos sondeos sobre salud mental (conocida como mental health en inglés), realizados a la población mundial, se reveló que el 5 % de los adultos mayores de 60 años padece depresión, es decir, aproximadamente 280 millones de personas.

Un episodio depresivo puede durar semanas, meses o incluso años si no se recibe tratamiento adecuado. Según expertos, la duración varía dependiendo de factores como la gravedad de la depresión, el acceso a atención médica y el apoyo social, siendo fundamental buscar ayuda profesional para prevenir la cronicidad.

Tipos de depresión

Se ha realizado una serie de tipologías de este trastorno mental para identificarlo de forma más específica, ya que puede estar sucediendo en distintas fases y con intensidad en cada persona.

Trastorno depresivo mayor

La Asociación Americana de Psiquiatría (APA) denominó «depresión mayor» como una de las enfermedades más frecuentes y discapacitantes. Al mencionar este tipo de depresión nos referimos a un estado de angustia profunda en donde el trastorno de esta enfermedad es muy intenso. 

Este padecimiento interrumpe la vida cotidiana de una persona, ya que sufre trastornos del estado de ánimo que lo condicionan en todos los ámbitos.

En el caso de padecer trastorno depresivo mayor, el paciente deberá recibir un tratamiento que generalmente implica medicamentos antidepresivos y psicoterapias. Es contraproducente el abuso de sustancias por cuenta propia. 

Trastorno depresivo persistente

El trastorno depresivo persistente, también conocido como distimia, es un padecimiento en el cual la persona que lo sufre atraviesa largos períodos con síntomas depresivos. Un paciente puede padecer sintomatología de depresión mayor y también síntomas más leves.

Un tratamiento adecuado consta de la atención de un profesional de salud o de terapias, como por ejemplo la terapia cognitivo-conductual, y medicación en muchos casos. 

Los principales fármacos suministrados por un profesional son los medicamentos antidepresivos tricíclicos y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).

Depresión posparto

Los síntomas de esta depresión sufridos por mujeres luego de dar a luz están íntimamente ligados a los cambios vividos en los niveles hormonales. 

Esta forma de depresión, pasado un tiempo, se reajusta biológicamente. Sin embargo, en algunos casos necesita apoyo de un proveedor de atención médica y sustancias químicas que ayuden a la paciente para evitar que se prolongue a largo plazo.

Los problemas de salud más comunes y efectos secundarios del posparto pueden ser cambios de humor repentinos, irritabilidad en el estado de ánimo, dolor de cabeza, aumento de peso o la pérdida de peso.

Trastorno disfórico premenstrual (TDPM)

Este trastorno suele ser agudo e incapacitante, de mayor complejidad que los síntomas premenstruales usuales en una mujer. 

El trastorno disfórico premenstrual (TDPM) es un severo síndrome premenstrual que muchas mujeres padecen en algunos de sus ciclos. Incluye síntomas psicológicos como enojo, tristeza o desesperanza, además de los síntomas físicos como inflamación y molestias mamarias que suelen desaparecer luego de la menstruación.

El mismo se afronta con los fármacos adecuados prescritos por un profesional. A su vez, suele ayudar la toma de decisiones y los cambios de estilo de vida en relación con una buena alimentación, horas de sueño, entre otros. 

Trastorno afectivo estacional (TAE) 

En inglés, sus siglas son SAD, es decir, tristeza. El TAE es conocido por ser el trastorno de depresión que suelen transitar y padecer algunas personas durante las estaciones de otoño e invierno. Sin embargo, desaparece durante la primavera y el verano. 

Está estudiado que dicho padecimiento sucede debido a la falta de luz solar, la cual genera pensamientos de muerte. En zonas más oscuras y con menor cantidad de horas solares al año, existe un mayor riesgo de que aparezca y, por eso, se toma con seriedad los sentimientos de desesperanza de sus habitantes, y la prevención del suicidio es un tema de agenda para dichos territorios.

Depresión psicótica

Es un trastorno que combina dos padecimientos: la depresión y la pérdida del contacto con la realidad (psicosis).

Las situaciones que causan este fenómeno de depresión son los momentos de estrés profundo, shock, crisis que pueden ocasionarse por un duelo, la pérdida de un familiar, maltrato físico o mental, pérdida de trabajo, inmigración, desórdenes hereditarios y químicos en el cerebro como efectos colaterales de algunos medicamentos. 

Trastorno bipolar

Mucho se habla del trastorno bipolar y pareciera haber entrado a estar de moda, ya que muchos síntomas están asociados a él. Sin embargo, debe ser tomado con seriedad y tratado en atención primaria: las personas que lo padecen atraviesan altibajos emocionales severos, que van desde trastornos de depresión hasta episodios maníacos.

Aún no está del todo claro para la ciencia qué lo provoca, pero se aproxima a una conclusión el hecho de que es posible que tenga que ver con una combinación de factores genéticos y ambientales, o de una alteración causada por sustancias químicas en las estructuras del cerebro.

¿Cuáles son los síntomas de la depresión?

Los síntomas más comunes que atraviesa una persona que sufre esta enfermedad son:

• Sentimientos de tristeza y pesimismo: la depresión afecta actividades diarias y dificulta iniciar la recuperación sin apoyo psicológico.
• Sentimientos de culpa e impotencia: un círculo de emociones negativas refuerza el impacto de la enfermedad.
• Ansiedad como síntoma temprano: la ansiedad es una respuesta biológica común en la depresión.
• Pérdida de interés en actividades: se afecta la vida social, académica y laboral por los síntomas depresivos.
• Pensamientos suicidas y desesperación: fantasías o intentos de suicidio surgen como consecuencia de episodios graves.
• Síntomas físicos persistentes: dolor de cabeza, problemas digestivos y molestias sin alivio.
• Cambios en peso y apetito: la pérdida de apetito y peso es frecuente en la depresión.
• Disminución del deseo sexual: la falta de energía afecta el interés sexual.
• Problemas de sueño y concentración: dificultad para dormir, concentrarse o tomar decisiones es común.

Es clave asesorarse con un profesional para identificar síntomas y recibir el tratamiento adecuado, evitando automedicarse o abusar de sustancias químicas. Si tú o alguien de tu entorno padece alguna de estas señales, en Sanarai te podemos ayudar a confirmarlo y superarlo.

¿Cuáles son las causas de la depresión?

La causa exacta de la depresión aún se desconoce, probablemente debido a la diversidad de tipos y factores asociados a esta enfermedad. Sin embargo, se han identificado varios factores de riesgo que, según el estudio de psicología «Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales» (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders en inglés) publicado en Estados Unidos, pueden desencadenarla.

Entre estos factores destacan eventos difíciles o traumáticos, como la pérdida de un ser querido, abusos físicos o psicológicos, problemas laborales o dificultades financieras, entre otros.

• Estado constante de estrés: el estrés crónico eleva niveles de cortisol y adrenalina, lo que afecta la salud mental y aumenta el riesgo de baja autoestima y, en consecuencia, depresión clínica.
• Consumo de alcohol o drogas: eleva el riesgo de dependencia y está asociado con la aparición de síntomas depresivos y trastornos de ansiedad.
• Condición médica grave: enfermedades como cáncer o dolor crónico impactan negativamente la salud mental, predisponiendo a la depresión leve.
• Predisposiciones químicas heredadas: factores biológicos hacen a algunas personas más vulnerables a la depresión grave tras eventos difíciles.
• Antecedentes familiares de depresión: la genética y el entorno familiar influyen en la susceptibilidad a trastornos depresivos.
• Desequilibrios hormonales: alteraciones hormonales pueden provocar episodios de depresión, especialmente si no se identifican y tratan a tiempo.
• Emociones no gestionadas: las emociones reprimidas o no trabajadas pueden manifestarse como síntomas depresivos en el cuerpo.

Tratamiento de la depresión

Es importante entender que la depresión tiene cura. Existen una cantidad copiosa de tratamientos, terapias alternativas y complementarias para llevar el proceso de sanación. Dependiendo de cada caso, algunos tratamientos podrían incluir:

• Apoyo y psicoterapia: hablar con un profesional ayuda a superar traumas y gestionar emociones por medio de sesiones de terapia interpersonal.
• Medicación adecuada: consultar con especialistas y evitar la automedicación.
• Cambios en la dieta: mejorar la nutrición apoya el tratamiento psicológico.
• Ejercicio físico regular: promueve beneficios biológicos y alivia el dolor.
• Estimulación cerebral: técnica avanzada para estabilizar emociones, como la terapia electroconvulsiva (TEC) o estimulación magnética transcraneal.
• Observación de síntomas: detectar y atender signos de depresión en uno mismo y en otros.
• Acompañar a seres queridos: brindar paciencia y apoyo en su proceso emocional.

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