¿Cómo gestionar las discusiones de pareja de forma asertiva?
En toda relación existen los desacuerdos, sobre todo, cuando hablamos de una relación de pareja, ya que cada persona es diferente a la otra y mantiene perspectivas únicas según sus valores, su entorno, su familia, etc. Pero cuando las peleas, los malos entendidos, los insultos y las humillaciones forman parte del día a día, puede ser difícil empatizar con el otro.
Aquí te contaremos todo lo que tienes que saber para manejar una buena y sana comunicación con tu pareja al momento de discutir. ¡Recuerda que el objetivo de una discusión no es ganar, sino encontrar la solución al problema!
¿Por qué surgen los conflictos de pareja?
Los momentos de desencuentro son algo natural en toda relación humana y, sobre todo, en una relación de pareja. Resulta prácticamente imposible estar 100 % de acuerdo con otra persona en todos los aspectos de la vida.
Cuando las personas discuten, manifiestan su desacuerdo ante una situación que se presenta, una idea, una persona, etc. Las discusiones de pareja ocurren cuando existe una clara contraposición de intereses. Una discusión representa un conflicto en el momento en el que uno o ambos miembros de la pareja no pueden o no saben cómo resolver el problema que se les presenta de manera correcta, es decir, no ofensiva.
Por lo general, es más común tener conflictos con personas con las que compartimos mucho más tiempo y hay un alto nivel de intimidad. Sin embargo, cuando las discusiones entre una pareja se vuelven constantes o existe la falta de respeto al momento de tocar un tema, es necesario interiorizar el porqué de esas actitudes e, inclusive, contactar con un psicoterapeuta.
Las razones más comunes de discusiones de pareja
Existen cientos de temas que pueden ser polémicos en las parejas, pero en este artículo te resumimos los más interesantes y lo que debes saber para manejar en tu relación.
1. La familia política: este puede ser uno de los tópicos que tocan las parejas que están empezando la relación, ya que tiene que coordinarse para, por ejemplo, conocer a las familias de origen por primera vez, ir a casa de los suegros, tolerar los comentarios de alguna tía, responder preguntas de tipo personal, etc.
Un tip para esto es mantener la comunicación entre ambos y ser honestos en cuanto a sus familias y sus tradiciones.
2. Las finanzas: el tema del dinero estará presente a lo largo de la relación. Es importante mantener reglas personales y, luego, colectivas (si viven juntos) para llevar la parte económica.
3. Las tareas del hogar: este puede ser uno de los grandes problemas de pareja. Cuando se trata de manifestar un malestar en cuanto a esta área, lo mejor que puedes hacer es transmitir de forma clara y positiva (no ofensiva) el problema, no hacerlo en forma de reproche. Para ello, puedes describir la situación, decir lo que sientes sobre ese problema y proponer cómo se podría solucionar.
4. El trabajo y crecimiento profesional: en este ámbito, las discusiones que se presentan pueden ser por quién tiene una posición más importante a nivel laboral, la comparación entre el tiempo dedicado a su carrera profesional en relación con lo que pasa con familiares y amigos o, incluso, puede haber la disyuntiva por quién gana más dinero.
5. Los hijos: las diferencias en cuanto a este tema son inevitables y necesarias. Gracias a esto se pueden definir aspectos como educación, permisos, división de los gastos, etc. Es normal que aparezcan diferencias, ya que cada uno viene de familias diferentes en donde los valores fueron inculcados de forma particular. En estas situaciones hay que optar por el punto medio y por lo que le convenga al hijo.
6. El tiempo compartido: suele haber muchas discusiones en relación con qué se hace durante el tiempo libre, cuánto tiempo se dedica a la pareja, cuánto a la familia o amigos, y cuánto a uno mismo. Lo más sano siempre será tener un equilibrio, es decir, el tiempo en compañía es fundamental para mantener las relaciones interpersonales, pero el tiempo individual es vital.
7. Los celos y la actitud controladora: una buena dosis de celos significa interés hacia el otro, pero cuando estos se salen de control destruyen la relación. ¿Cómo puedes manejarlos? Desde el principio de la relación no le des importancia a aquellas demandas que provoquen un intento de control por parte de la otra persona. ¡Establece bien los límites!
8. Los intentos de cambiar al otro: ¿sabías que los terapeutas de pareja dicen que la gente se separa por lo mismo que se enamoraron? Al principio, las personas eligen lo opuesto, esperando una complementación, pero, una vez que crece el compromiso, desean que las cosas sean distintas. Es importante saber cómo es el otro y no esperar un cambio.
Consecuencias de las discusiones constantes
Los conflictos constantes pueden tener un impacto negativo en la relación y a nivel personal. Por ejemplo, si uno de los miembros de la pareja tiene una personalidad más sumisa, terminará siendo avasallada por el conflicto Si, por el contrario, es de carácter dominante, es probable que las discusiones las dirija más hacia la violencia verbal.
Cuando las discusiones de pareja se hacen cada vez más constantes, deviene la separación o el distanciamiento, la pérdida del respeto, el desgaste emocional, etc. Acá te contamos un poco más sobre estas consecuencias y otras que podrían ser de tu interés.
Pérdida del respeto
Toda buena relación necesita de dos elementos clave: respeto y confianza. Cuando uno de estos pilares falla, puede generar consecuencias desastrosas, sobre todo, cuando hablamos de una relación de pareja.
Distanciamiento
Las discusiones constantes pueden ocasionar también el distanciamiento de los miembros de la relación. Muchas personas que han pasado por estas situaciones dicen sentirse extrañas con su pareja, como si no la conocieran.
Deterioro en las relaciones sexuales
No es fácil realizar muestras de afecto o recibirlas si no te sientes cómodo con la persona que te acompaña. Si pensamos en mantener relaciones sexuales con alguien que no nos complementa, parece más complicado todavía. Esta es otra de las grandes preocupaciones y consecuencias de las discusiones y peleas en una relación.
Daño a la autoestima
Si existe la falta de respeto y la humillación, la persona también puede sentirse poco valiosa o querida.
Desgaste físico y emocional
Las peleas y desencuentros generan un gran desgaste físico y emocional, ya que invertimos demasiada energía en discusiones sin fin. Incluso nuestro sueño también puede verse afectado.
Bajo rendimiento académico o profesional
Como consecuencia del cansancio a nivel físico y emocional, cuesta mantener la atención en el estudio o en el trabajo. No es fácil estar concentrado en una actividad cuando hay muchas preocupaciones.
Ansiedad
Como causa de la preocupación constante surge la ansiedad. Los momentos de estrés aparecerán mientras más duras o largas sean las discusiones o malos tratos.
Consecuencias de las discusiones constantes
Los conflictos constantes pueden tener un impacto negativo en la relación y a nivel personal. Por ejemplo, si uno de los miembros de la pareja tiene una personalidad más sumisa, terminará siendo avasallada por el conflicto Si, por el contrario, es de carácter dominante, es probable que las discusiones las dirija más hacia la violencia verbal.
Cuando las discusiones de pareja se hacen cada vez más constantes, deviene la separación o el distanciamiento, la pérdida del respeto, el desgaste emocional, etc. Acá te contamos un poco más sobre estas consecuencias y otras que podrían ser de tu interés.
Pérdida del respeto
Toda buena relación necesita de dos elementos clave: respeto y confianza. Cuando uno de estos pilares falla, puede generar consecuencias desastrosas, sobre todo, cuando hablamos de una relación de pareja.
Distanciamiento
Las discusiones constantes pueden ocasionar también el distanciamiento de los miembros de la relación. Muchas personas que han pasado por estas situaciones dicen sentirse extrañas con su pareja, como si no la conocieran.
Deterioro en las relaciones sexuales
No es fácil realizar muestras de afecto o recibirlas si no te sientes cómodo con la persona que te acompaña. Si pensamos en mantener relaciones sexuales con alguien que no nos complementa, parece más complicado todavía. Esta es otra de las grandes preocupaciones y consecuencias de las discusiones y peleas en una relación.
Daño a la autoestima
Si existe la falta de respeto y la humillación, la persona también puede sentirse poco valiosa o querida.
Desgaste físico y emocional
Las peleas y desencuentros generan un gran desgaste físico y emocional, ya que invertimos demasiada energía en discusiones sin fin. Incluso nuestro sueño también puede verse afectado.
Bajo rendimiento académico o profesional
Como consecuencia del cansancio a nivel físico y emocional, cuesta mantener la atención en el estudio o en el trabajo. No es fácil estar concentrado en una actividad cuando hay muchas preocupaciones.
Ansiedad
Como causa de la preocupación constante surge la ansiedad. Los momentos de estrés aparecerán mientras más duras o largas sean las discusiones o malos tratos.
7 recomendaciones para gestionar las discusiones de pareja
Aunque parezca sacado de película, mantener una discusión sana con tu pareja puede ser posible. Te traemos algunos tips para que manejes con tu partner, de la mejor manera posible, esos temas que son sensibles, pero que hacen muy bien a la relación.
Establecer reglas para discutir
Como las discusiones forman parte de toda relación, lo más sano será mantener reglas al momento de sentarse a hablar. Primero, respondan cómo les gustaría resolver los problemas, ¿hablando en el momento o esperando unas horas? Luego, ayudaría saber dónde les gustaría resolver los problemas, ¿en casa o saliendo a caminar?
Saber escuchar
Si una relación es de a dos, entonces es normal que existan dos visiones de una misma situación. Prestar atención, ponerse en los zapatos del otro y escucharlo es clave para mantener una buena comunicación.
Hablar desde el punto de vista propio
No está bien y no es sano esperar a que la otra persona suponga qué te hizo enojar. En el momento y lugar adecuado para hablar, plantea de forma clara lo que te molesta.
Elegir a qué discusiones le dedicas tiempo y esfuerzo
Discutir no se trata de ganar, se trata de entender y encontrar una solución en conjunto. Por eso, tienes que saber cuáles son esas discusiones que no tienen sentido y desecharlas. Identifiquen los temas que sí valen el tiempo y el esfuerzo por parte de ambos.
Concentrarse en la solución y no en quién tiene la razón
No te pierdas en la pelea, mantén el foco: solucionar el problema. Te ayudará a identificar la diferencia entre el problema real y las situaciones insignificantes que generan disgusto.
Tomar un respiro cuando sea necesario
Si sabes que la discusión no está llegando a nada, no te sientas mal por pedir un respiro. Muchas veces puede pasar que te dejas llevar por el primer momento de rabia y no puedes organizar tus ideas. Si te sirve, sal a caminar y regresa con la mente más en calma.
Saber pedir y aceptar disculpas
Es lindo cuando el otro sabe reconocer su error y se disculpa de corazón, ¿verdad? Así como el otro es capaz de reconocer sus fallos, tú también debes hacerlo. Debe existir, además del cariño, una mutua empatía y comprensión en tu relación.
Terapia de pareja: ¿cuándo buscar ayuda profesional?
Las discusiones de pareja son naturales e incluso pueden ser sanas para la relación cuando se gestionan de forma correcta. Sin embargo, cuando se convierten en parte de la rutina y uno o los dos miembros de la relación se sienten tóxicos, bloqueados o atascados en los mismos problemas, es conveniente buscar ayuda de un psicoterapeuta.
La terapia psicológica puede ayudar a:
- Mejorar el estilo de comunicación de la pareja a largo plazo.
- Aprender a tomar decisiones en conjunto.
- Resolver conflictos pasados.
- Aumentar la complicidad y disminuir la actitud defensiva.
- Establecer metas en común.
- Manejar los conflictos de manera más sana.
- Mejorar la vida en pareja y sortear obstáculos actuales y futuros.
- Ayudar a conocer la propia historia y el rol dentro del vínculo.
- Fomentar la buena comunicación y la inteligencia emocional.
- Expresar las propias necesidades y atender a las demandas de la otra parte.
En toda relación existen los conflictos y los desacuerdos, pero a través de la empatía y el saber escuchar podrás no solo tener una relación de pareja más sana, sino que además mantendrás un ritmo de vida más saludable para ti mismo, porque te lo mereces.
¿Necesitas apoyo para mejorar tu relación? Agenda una sesión de pareja en línea con alguno de nuestros psicólogos de Sanarai.