Cansancio emocional: causas, síntomas y cómo afrontarlo

Todas las personas hemos presentado momentos en donde el cansancio nos domina el cuerpo y la mente, pero ¿qué tan grave es su permanencia en el tiempo? Y, lo más importante, ¿cuál es la mejor manera de afrontar esa sensación?
En este artículo, hemos recolectado información valiosísima para ti y para tus seres queridos. Léela con mucha calma, pero, sobre todo, presta mucha atención a las señales que te da tu cuerpo.
¿Qué es el cansancio o agotamiento emocional?
El cansancio emocional, también llamado agotamiento emocional, es un estado de falta de energía y motivación ocasionado por una sobrecarga de esfuerzo psíquico.
Quienes lo padecen suelen experimentar una disminución de recursos emocionales, problemas de sueño, baja autoestima y sentimientos de tensión y frustración.
Este agotamiento aparece con frecuencia en situaciones de cambios importantes, problemas sin resolver o contextos abrumadores.
Origen histórico del concepto
En el siglo II d. C., el médico romano Galeno fue uno de los primeros en referirse al agotamiento. Relacionaba el cansancio con un exceso de bilis negra que, según él, obstruía la circulación cerebral y provocaba pereza.
Aunque carecía de base científica, su planteamiento de que el cerebro podía provocar agotamiento fue avanzado para su época. En ese entonces, bajo una fuerte influencia religiosa, el cansancio se interpretaba más como debilidad espiritual que como condición psicológica.
El cansancio emocional en la actualidad
Hoy en día, el cansancio emocional se reconoce como un componente central del síndrome de burnout. Se define como un estado físico, emocional y mental de agotamiento estrechamente vinculado al estrés laboral.
Entre sus manifestaciones más comunes se encuentran la depresión y la ansiedad.
En 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo clasificó como un fenómeno ocupacional dentro de la CIE-11 (Clasificación Internacional de Enfermedades), en vigor desde el 1 de enero de 2022.
Causas del cansancio emocional
El cansancio emocional suele aparecer tras una sobrecarga prolongada de conflictos, responsabilidades y exigencias personales o laborales. Se produce cuando existe una incongruencia entre lo que una persona entrega y lo que recibe a cambio.
Quienes tienden a sufrir agotamiento emocional suelen ser autoexigentes, asumir demasiada responsabilidad y no poner límites claros. Algunos ejemplos incluyen:
- No saber decir que no a nuevas tareas.
- No tomar vacaciones cuando corresponden.
- Trabajar en exceso de manera continua.
Estas conductas pueden derivar en síntomas como fatiga física, despersonalización y dolores de cabeza.
Por otro lado, también pueden influir otros factores como:
- Estrés excesivo: aunque el estrés moderado es normal y saludable, un mayor cansancio afecta la salud física y mental, generando fatiga y distanciamiento afectivo.
- Sedentarismo: la falta de ejercicio reduce la energía y aumenta el riesgo de problemas físicos, emocionales y mentales, favoreciendo la aparición del cansancio emocional.
- Desequilibrio entre trabajo y vida privada: cuando el trabajo ocupa la mayor parte de la energía y el tiempo libre, la persona descuida espacios de ocio y relaciones personales, lo que contribuye al agotamiento.
- Mala alimentación: una dieta alta en calorías y grasas puede producir sensación de pesadez, sobrecargar el sistema digestivo y disminuir los niveles de energía, lo que favorece la fatiga emocional.
Evidencia científica
Un estudio de la Universidad de Emory, titulado The relationship of emotional exhaustion to work attitudes, job performance, and organizational citizenship behaviors, señala que el cansancio emocional es más frecuente en trabajos con alto riesgo de despido.
Los autores (Cropanzano, R., Rupp, D. E., y Byrne, Z. S.) explican que el agotamiento emocional impacta tanto en el rendimiento laboral como en la motivación de los empleados, mediado por el compromiso organizacional. Los resultados de campo respaldan esta relación.
Síntomas del cansancio emocional
El cansancio emocional se manifiesta a través de una serie de señales físicas, cognitivas y emocionales que indican un agotamiento excesivo.
- Cansancio físico: sensación de fatiga constante, incluso desde el inicio del día.
- Problemas de sueño: dificultad para conciliar el sueño debido a pensamientos recurrentes.
- Pérdida del autocontrol: mal humor, sensibilidad a las críticas y estrés ante opiniones ajenas.
- Falta de motivación: comportamiento mecánico, sin entusiasmo ni interés en actividades laborales, académicas o personales.
- Distanciamiento afectivo: emociones planas, apatía y falta de conexión con los demás.
- Cansancio mental: razonamiento más lento, confusión y poca atención a los detalles.
- Olvidos frecuentes: fallas de memoria por saturación de información y estímulos.
Si has manifestado alguna de estas sensaciones o si sientes que estás pasando por varias de ellas actualmente, no dudes en consultar con tu médico de confianza.
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5 consejos para afrontar el cansancio emocional
El cansancio emocional puede reducirse con hábitos saludables que favorezcan el descanso, la gestión del estrés y el equilibrio personal.
A continuación, se presentan cinco recomendaciones prácticas.
1. Descansa
El descanso es tan importante como el trabajo o los estudios. No se trata de dejarlo todo y caer en la inactividad, sino de encontrar un balance entre productividad y recuperación.
- Incluye pausas regulares: tomarse la hora de almuerzo o una siesta corta puede marcar la diferencia.
- Programa actividades recreativas: salir con amigos, ir al cine o visitar lugares que disfrutas ayuda a desconectar.
- Recuerda la importancia del tiempo: el día tiene 24 horas y la semana 7 días; hay espacio para todo si se organiza bien.
El descanso no solo recupera energías físicas, también estabiliza el estado de ánimo y mejora la concentración.
2. Practica técnicas de relajación
Dedicar un tiempo diario a la relajación es clave para reducir el estrés acumulado. Los especialistas recomiendan establecer pequeños espacios para enfocarse en el cuerpo y la mente.
- Limita el tiempo dedicado a los problemas: visibilizar las dificultades es útil, pero no debes pasar más de 15 minutos concentrado en ellas.
- Ejercicios recomendados:
- Relajación muscular progresiva.
- Respiración consciente y profunda.
- Yoga y estiramientos.
- Mindfulness o meditación guiada.
- Beneficios: ayudan a disminuir la activación fisiológica, relajan el sistema nervioso y aumentan la claridad mental.
3. Realiza actividad física
El movimiento es una de las formas más efectivas de combatir el cansancio emocional, ya que favorece la producción de endorfinas y la conexión con el entorno.
- No es necesario un gran esfuerzo: caminar diariamente es suficiente para activar el cuerpo.
- Opciones recomendadas: practicar un deporte, inscribirse en un gimnasio, bailar, o simplemente pasear en compañía de un amigo.
- Efectos positivos: ayuda a salir del aislamiento, mejora la energía y fortalece la resiliencia emocional.
4. Haz una “dieta informativa”
El exceso de noticias y redes sociales puede convertirse en estresores significativos. Una gestión consciente de la información reduce el impacto negativo en el estado emocional.
- Selecciona bien las fuentes: infórmate en canales confiables y evita la sobreexposición.
- Establece horarios específicos: por ejemplo, leer noticias solo en la mañana con una taza de café o al finalizar la jornada.
- Identifica los temas sensibles: si ciertos contenidos aumentan tu ansiedad o malestar, limita su consumo.
- Aplícalo también a lo personal: si no deseas hablar de un tema, sé claro y respetuoso al expresarlo.
El objetivo no es ignorar la realidad, sino gestionarla de manera que no incremente el agotamiento.
5. Establece tus límites
Decir “no” es un acto de autocuidado y una herramienta clave para preservar la salud mental.
- Aprende a priorizarte: está bien decir “sí” cuando realmente lo deseas, pero evita comprometerte solo por agradar a otros.
- Escucha a tu cuerpo: identifica lo que necesita y respétalo; puede ser descanso, autocuidado o simplemente un momento de calma.
- Refuerza tu autoestima: una persona que establece límites saludables demuestra respeto hacia sí misma y hacia los demás.
- Claves prácticas: dedica tiempo a la autocompasión, al autocuidado y al descanso como una prioridad.
Recordar que “si tú estás bien, puedes ayudar mejor a los demás” es fundamental para mantener una vida emocional equilibrada.
Enfrentar el cansancio emocional es posible si aprendes a cuidar tu mente y tu cuerpo con hábitos saludables. En Sanarai encontrarás el apoyo que necesitas para recuperar tu bienestar emocional. Agenda tu sesión hoy y empieza a sentirte mejor.
