¿Cómo volver a la normalidad después del COVID-19?
Con el avance de la vacunación, restaurantes y bares empiezan a abrir, se relajan las restricciones de viaje y de uso de cubrebocas, y los amigos vuelven a encontrarse. Sin duda este es un momento que hemos estado esperando, pero ¿te sientes preparado para volver a la normalidad?
Aunque la mayoría extrañábamos la vida tal y como la conocíamos, la verdad es que volver a ella puede no ser tan sencillo, ya que el aislamiento ha traído cambios que dificultan la interacción. Para empezar, un gran número de personas consideran innecesario regresar a las oficinas. Durante la pandemia hemos comprobado que mucho del trabajo puede hacerse desde casa, y aunque hay personas que buscan volver a la oficina para poder establecer límites claros entre la vida familiar y laboral, quienes pierden varias horas en transportarse a su lugar de trabajo desearían poder seguir trabajando desde casa.
El aislamiento también causó cambios que impactan la forma en que interactuamos. En un inicio, anhelábamos el contacto con otros, pero conforme la cuarentena se prolongó, la fatiga hizo que la interacción a través de cualquier medio se volviera desgastante. Cuando a pesar de la fatiga decidimos salir a ver a otros, nos enfrentamos al miedo de contagiarnos de Covid-19. Aunque la probabilidad de contagio ha disminuido gracias a la vacunación, el miedo sigue arraigado en nosotros y difícilmente desaparecerá de un día a otro. Así, nuestras primeras interacciones cara a cara pueden detonar ansiedad. Dado que hemos estado sometidos a un estrés constante, nuestro sistema inmune puede estar debilitado, lo cual propicia que presentemos síntomas de enfermedad más fácilmente, reforzando este miedo.
En esta transición puedes tomar acciones que te ayuden a sentirte más cómodo. Por ejemplo, seguir respetando medidas como el uso de cubrebocas o el constante lavado de manos. En un principio puede ser muy cansado el retomar tu vida social, además puedes enfrentarte a situaciones que te resulten incómodas. Cuando esto pase, recuerda que es parte de un proceso al que hay que darle tiempo, no hay necesidad de apresurarse. La comunicación asertiva también es importante. Tal vez te sientas con ganas de ver a alguno de tus amigos y él no se sienta listo para salir, o viceversa. En estos casos debemos ser respetuosos del espacio de los demás y no tomar estas decisiones como algo personal. De igual forma, procura comunicar a los demás cómo te sientes.
Seguramente has escuchado que andar en bici nunca se olvida, pues algo así pasa con nuestra interacción social. Aunque la pandemia ha afectado la manera en que nos relacionamos, lo social forma parte de nuestra naturaleza y es parte importante de nuestra supervivencia como especie. Más temprano que tarde volveremos a sentirnos cómodos con la interacción diaria y la socialización. Sabemos que habrá cosas que extrañarás de la cuarentena, tal vez los maratones de Netflix, el estar en casa usando ropa cómoda o el no tener que ir a la oficina.
No hay necesidad de dejar todo esto de golpe, puedes integrar en tu rutina algunas de las cosas que aprendiste a disfrutar durante la cuarentena, mientras poco a poco retomas lo que extrañas de la vida antes de la pandemia. A lo largo de la historia, los períodos de crisis han cambiado la perspectiva tanto de los individuos, como de la sociedad, propiciando la aparición de cambios en la dinámica diaria. Aprovecha este momento para construir tu nueva normalidad, a tu propio ritmo.