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¿Qué es el burnout? Síntomas y tratamiento

Por 
Equipo Editorial Sanarai
5 min.
 de lectura
Publicado el 
5/7/2023
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¿Alguna vez te has sentido tan agotado al punto de sentir que no puedes hacer nada? ¿Aquellas tareas que antes hacías con normalidad ahora conllevan un esfuerzo sobrehumano? ¿Te has sentido sin motivación o enfermo? ¿Tienes estrés crónico y sientes que en cualquier momento todo se puede venir abajo? De ser así, es muy probable que estés experimentado el síndrome de burnout.

Hoy conoceremos qué es, sus síntomas y sus causas, pero también cómo prevenirlo y vencerlo.

¡Empecemos!

¿Qué es el burnout?

El síndrome de burnout, o también conocido como el síndrome del desgaste profesional, produce un estado crónico de estrés, lo que a su vez desencadena en agotamiento mental, físico y emocional constante que, al prolongarse en el tiempo, puede afectar la personalidad y la autoestima de la persona que lo sufre. 

No se llega a considerar una enfermedad como tal por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero si se reconoce que puede ser el detonante de otros problemas de la salud física y mental mucho más graves. Es por esto que se ha creado más conciencia en cuanto al tema porque, si bien ha existido desde siempre, antes no tenía nombre y no se le daba la importancia necesaria hasta que las consecuencias fueran severas.

No se lo podría considerar como un estrés crónico cualquiera. El agotamiento que produce es tal que las personas que lo sufren son incapaces de cumplir con funciones básicas de la vida diaria, como seguir una dieta saludable, tener buenos hábitos de sueño, higiene y cuidados personales, orden y limpieza en su hogar, etc. 

Además, es tanta la falta de motivación y de interés por el trabajo que la productividad de la persona es prácticamente inexistente por largos períodos de tiempo. 

Signos y síntomas del burnout

Es importante recalcar que el síndrome de burnout se manifiesta de manera diferente para cada persona. 

Lo expuesto a continuación son las señales más comunes de que alguien lo está sufriendo:

Agotamiento físico y mental 

El agotamiento físico se da cuando se experimenta el burnout. Por lo general, se tiene fatiga crónica, se puede aumentar de peso o, por el contrario, darse una pérdida del apetito. 

Asimismo, se sufre de fuertes dolores musculares, migrañas, problemas digestivos, de sueño y presión alta. Incluso, el sistema inmune se ve muy debilitado y, en el caso de las mujeres, puede haber una alteración del ciclo menstrual.

Por otro lado, la ansiedad y el estrés son los primeros en aparecer en relación con lo mental. El estado constante de alerta hace que no se pueda descansar o tener paz, lo que alimenta al burnout y se crea un círculo vicioso de malestar. A su vez, también puede generar aislamiento, porque no se tiene fuerza o motivación para relacionarse con nadie. Además, se siente una desilusión general y los que lo sufren se ven como personas apáticas, irritables e insatisfechas con su vida.

Cinismo y despersonalización

Debido a lo ya mencionado, se produce un cambio en el comportamiento, lo que ocasiona que termines adoptando actitudes apáticas, indiferentes, de desapego, las cuales reducen así el compromiso con el trabajo. 

Puedes llegar a convertirte en una persona irritable, endureciendo el trato con los que te rodean. Tus compañeros de trabajo no son los únicos que notan ese cambio, sino también tus familiares y seres amados. 

Capacidad laboral reducida

Todo lo que te explicamos, inevitablemente conducirá a una productividad laboral más baja. La desmotivación genera una gran frustración y, por ende, falta de realización y de sentido del propósito en el trabajo. 

Las tareas que antes realizabas de manera efectiva, ahora te cuestan más o las haces mal, sueles olvidar cosas con frecuencia, pierdes la capacidad de concentración de forma constante, lo que hace que tu trabajo se vaya acumulando y nunca lo termines. De esta manera, solo se generará una gran frustración y sufrimiento.

5 causas comunes del burnout

Pueden existir muchas causas del síndrome de burnout, pero ahora te mostraremos las 5 causas más comunes:

1. Dinámica de trabajo disfuncional

Es posible que haya uno o varios individuos en el trabajo que te acosen a ti o a tus compañeros, que te desautorizan frente a otros colegas, que interfieran o te dificulten tu trabajo. Si esto sucede, tu lugar de trabajo será un lugar hostil.

No es bueno sentir incomodidad cuando estás haciendo algo a lo que le dedicas tiempo y energía, ya que eso causa un estrés adicional que puede ir creciendo y agravándose poco a poco. 

2. Expectativas profesionales irreales o poco definidas

Cuando en el trabajo te asignan actividades que no corresponden al rol para el que aplicaste, genera confusión por el hecho de que, en general, no tienes claridad para definir qué es lo que haces, qué es lo que los demás esperan de ti y, en líneas generales, no te sientes cómodo con el trabajo que estás realizando. Asimismo, puede que te estén cargando con el trabajo de otros, lo que genera un nivel de ansiedad y de estrés muy alto. 

3. Desequilibrio entre la vida laboral y la personal

Hay dos aspectos importantes a resaltar en este punto. Lo primero es que en la vida el equilibrio (o la búsqueda del mismo) es fundamental para no caer en excesos. Lo segundo es que estamos en este mundo por un tiempo limitado: todo lo que hacemos nos lleva a consumir tiempo, y el tiempo no hay que regalarlo ni perderlo. 

Cuando trabajas en algo, te están pagando por tu tiempo y por tu talento. Por más que te guste lo que haces, si el trabajo requiere de más tiempo y energía de la que tienes y, de paso, esas largas horas de trabajo te quitan momentos que podrías pasar con tus seres queridos, descansando o simplemente realizando actividades que te despejen, lo más seguro es que eso te conduzca a sufrir el síndrome de burnout. 

4. Poca comunicación con los supervisores

Cuando la comunicación con los supervisores es escasa o inexistente, ya sea porque ellos también estén siendo explotados o porque no se preocupen por el bienestar de sus empleados, la falta de un guía que ayude al equipo de trabajo o que los oriente en las actividades diarias puede generar un sentimiento de frustración. La demanda de trabajo sigue siendo la misma, pero no hay claridad en las prioridades

Además, si los supervisores no le prestan atención al equipo de trabajo, ignoran sus peticiones por recursos, desplazan a personas de proyectos sin avisar y pasan constantemente por encima de los demás, es inevitable sentir apatía y rechazo por el trabajo. 

5. No delegar responsabilidades

Ya sea porque no hay nadie en el equipo al que le puedas pedir ayuda, o porque todos están sobrepasados de trabajo, o porque simplemente no sueles hacerlo, delegar responsabilidades es fundamental cuando se trabaja. 

Somos humanos, no máquinas de trabajar. Va a llegar un día en el que te surja una emergencia y no puedas tomar todas las tareas a las que estás acostumbrado y, cuando ese día llegue, necesitas saber que tienes el respaldo de un equipo que te puede apoyar. 

La falta de un equipo, más la pesada carga laboral, puede hacer que tengas picos de estrés, crisis de ansiedad y que llegues a desarrollar el síndrome de burnout.

¿Cómo puedo vencer el burnout?

Si ya identificaste que estás padeciendo del síndrome de burnout, lo primero que tienes que hacer es tomar medidas al respecto. A continuación, te dejamos algunas sugerencias:

Busca ayuda

Busca apoyo en tus seres amados, en tus amigos, en tus compañeros de trabajo, todo aquel con el que puedas conversar sobre cómo te sientes y te brinde su apoyo para sobrellevar la situación será bienvenido. Ten en cuenta que la ayuda profesional puede ser de gran ayuda.

Si en algún momento has experimentado los síntomas que mencionamos, te invitamos a hacer una cita con uno de nuestros especialistas para trabajar en tu bienestar.

Muévete 

Realizar actividad física de forma regular hace que los niveles de estrés disminuyan notablemente y, cuando estamos fuera de su influencia, podemos pensar con más claridad sobre lo que queremos y necesitamos.

Duerme lo suficiente y sigue una buena rutina de sueño

Un buen descanso tiene muchos beneficios para la salud. Un patrón y horas de sueño correctas nos ayudan a mantener nuestras defensas altas y nuestro sistema inmune en buen estado, por lo que no nos enfermamos tan seguido.

Con respecto a la salud mental, tendremos un mindset más positivo, pensaremos con más claridad, tendremos más capacidad de atención y concentración. 

Conversa con tu superior y explora las alternativas

Conversa de forma directa y respetuosa con tu supervisor sobre tus preocupaciones e incomodidades, quizás exista la posibilidad de que puedan trabajar juntos para modificar las expectativas que tienen de tus tareas o buscar alternativas para cumplir los objetivos. Trabajen juntos estableciendo metas realistas para ambos. 

Participa en actividades que te relajen

¿Te llamó la atención esa clase de baile? ¿Llevas mucho tiempo pensando en cómo sería participar en ese club de lectura? ¡Ya no postergues más esas clases de canto! ¿Hace cuánto que no andas en bicicleta? 

No te restrinjas de hacer esas actividades que te pueden traer paz y relajación: te van a hacer bien, van a hacer que te despejes y que puedas encarar el trabajo y la vida en general con una actitud mucho más positiva. 

Agenda breaks en tu calendario

Si eres de los que sigue su calendario a rajatabla, agendarte breaks cada cierto tiempo va a ser algo que te va a ayudar a relajarte y te va a obligar a levantarte de la silla para estirar un poco. 

Busca alguna merienda, hazte un té; todo para que las horas de trabajo al final no se sientan tan pesadas. 

Replantéate tu manera de pensar sobre el trabajo 

El trabajo forma parte de tu vida, no al revés. Por más que tu trabajo te apasione y te genere felicidad, si vives solo para trabajar, en algún momento vas a terminar odiando lo que haces, porque no te permitiste explorar otras cosas. 

Recuerda que el trabajo es un medio para llegar a un fin, no el fin en sí mismo. Date la oportunidad de hacer otras actividades que no tengan que ver con el trabajo, todos merecemos nuestro espacio y nuestros gustos aparte. 

Reevalúa tus prioridades

Ten siempre presente que tu prioridad eres tú mismo, tu salud, tu bienestar. Si tú no estás bien, no puedes hacer nada por ti mismo ni por los demás. Si estás en un trabajo que no te gusta, busca un trabajo nuevo; si estás en una situación incómoda con una persona que ves todos los días, trata en lo posible que sus interacciones sean puntuales y de hacer oídos sordos a sus críticas. Como mencionamos anteriormente, el tiempo es muy valioso y no se debe ni regalar ni perder en cosas o personas que no te hacen bien. 

Esfuérzate por intentar llevar un estilo de vida saludable 

Sabemos que cuando se está tapado de trabajo, o demasiado cansado, es difícil sacar unos minutos para preparar una comida nutritiva y saludable. También, se nos hace impensable levantarnos a rellenar nuestra botella de agua, o la sola idea de apartar un espacio para salir a caminar y recibir un poco de sol se nos hace absurda. 

Pero lo cierto es que si tenemos estos hábitos saludables, podremos notar una diferencia muy grande en nuestro estilo de vida. Tendremos más energía, estaremos más despejados, y podremos lidiar con las situaciones estresantes de una mejor manera. 

Practica el mindfulness

Cuando te encuentres en una situación que crees que te va a sobrepasar, practica la atención plena o mindfulness. Respira y concéntrate en el flujo de tu respiración; en lo que estás sintiendo en el momento, sin preocuparte por lo que vendrá después; trata de ver las situaciones retadoras como lo que son, no como amenazas o algo que te ponen en peligro. Por último, enfrenta esas situaciones con honestidad, sabiendo cuáles son tus límites y paciencia. 

¿El burnout y la depresión son lo mismo?

Puede que, a primera vista, los síntomas de la depresión y del burnout se parezcan, pero no hay que confundirlos

La depresión es una condición médica diagnosticable que puede tener origen en muchísimas situaciones. El burnout, por lo general, se produce únicamente por el estrés laboral

Y, tal como pudimos observar con anterioridad, el burnout no es un simple pico de estrés, es el cúmulo de muchas situaciones que llevan al individuo a explotar de diversas maneras que pueden hacer que su salud física y mental se vea afectada gravemente. 

Recuerda que si te sientes identificado con alguno de los síntomas, lo ideal es buscar apoyo. Si quieres mejorar tu calidad de vida y tu salud general, te invitamos a conversar con nuestros especialistas: somos un espacio seguro en el que te sentirás tranquilo y obtendrás toda la ayuda que precisas. 

Pueden existir muchas causas del síndrome de burnout, pero ahora te mostraremos las 5 causas más comunes:

1. Dinámica de trabajo disfuncional

Es posible que haya uno o varios individuos en el trabajo que te acosen a ti o a tus compañeros, que te desautorizan frente a otros colegas, que interfieran o te dificulten tu trabajo. Si esto sucede, tu lugar de trabajo será un lugar hostil.

No es bueno sentir incomodidad cuando estás haciendo algo a lo que le dedicas tiempo y energía, ya que eso causa un estrés adicional que puede ir creciendo y agravándose poco a poco. 

2. Expectativas profesionales irreales o poco definidas

Cuando en el trabajo te asignan actividades que no corresponden al rol para el que aplicaste, genera confusión por el hecho de que, en general, no tienes claridad para definir qué es lo que haces, qué es lo que los demás esperan de ti y, en líneas generales, no te sientes cómodo con el trabajo que estás realizando. Asimismo, puede que te estén cargando con el trabajo de otros, lo que genera un nivel de ansiedad y de estrés muy alto. 

3. Desequilibrio entre la vida laboral y la personal

Hay dos aspectos importantes a resaltar en este punto. Lo primero es que en la vida el equilibrio (o la búsqueda del mismo) es fundamental para no caer en excesos. Lo segundo es que estamos en este mundo por un tiempo limitado: todo lo que hacemos nos lleva a consumir tiempo, y el tiempo no hay que regalarlo ni perderlo. 

Cuando trabajas en algo, te están pagando por tu tiempo y por tu talento. Por más que te guste lo que haces, si el trabajo requiere de más tiempo y energía de la que tienes y, de paso, esas largas horas de trabajo te quitan momentos que podrías pasar con tus seres queridos, descansando o simplemente realizando actividades que te despejen, lo más seguro es que eso te conduzca a sufrir el síndrome de burnout. 

4. Poca comunicación con los supervisores

Cuando la comunicación con los supervisores es escasa o inexistente, ya sea porque ellos también estén siendo explotados o porque no se preocupen por el bienestar de sus empleados, la falta de un guía que ayude al equipo de trabajo o que los oriente en las actividades diarias puede generar un sentimiento de frustración. La demanda de trabajo sigue siendo la misma, pero no hay claridad en las prioridades

Además, si los supervisores no le prestan atención al equipo de trabajo, ignoran sus peticiones por recursos, desplazan a personas de proyectos sin avisar y pasan constantemente por encima de los demás, es inevitable sentir apatía y rechazo por el trabajo. 

5. No delegar responsabilidades

Ya sea porque no hay nadie en el equipo al que le puedas pedir ayuda, o porque todos están sobrepasados de trabajo, o porque simplemente no sueles hacerlo, delegar responsabilidades es fundamental cuando se trabaja. 

Somos humanos, no máquinas de trabajar. Va a llegar un día en el que te surja una emergencia y no puedas tomar todas las tareas a las que estás acostumbrado y, cuando ese día llegue, necesitas saber que tienes el respaldo de un equipo que te puede apoyar. 

La falta de un equipo, más la pesada carga laboral, puede hacer que tengas picos de estrés, crisis de ansiedad y que llegues a desarrollar el síndrome de burnout.

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