Las mujeres en la migración
Las mujeres constituyen casi la mitad de la población migrante en el mundo y los motivos por los que migran son diversos, entre estos se encuentran la violencia de género y/o la pobreza que sufren en sus países de origen; la búsqueda de oportunidades laborales o educativas; entre otras. En general, las mujeres migran buscando mejorar sus vidas y las de sus familias.
Los roles de género sostienen la idea de que la crianza es tarea de las mujeres, esto impacta de forma tal que la migración femenina suele darse dentro de países cercanos a la región en la que viven, lo cual les permite volver a casa en caso de una emergencia familiar y mantenerse pendientes de sus hijos. En muchas de las mujeres que migran existen sentimientos de culpabilidad y dolor, esto debido a que se ven obligadas a dejar a sus hijos para poder ofrecerles mejores oportunidades.
Hasta cierto punto histórico, la migración se caracterizaba por ser típicamente masculina. En este contexto, las mujeres migraban acompañando a sus esposos o con el fin de alcanzarlos en otro país para así reunificar a la familia. Sin embargo, las dinámicas globales han dado paso a un fenómeno conocido como feminización de la migración, el cual implica un incremento en la migración femenina. Las mujeres ahora migran no solo con el objetivo de mantener a la familia unida, sino para incorporarse en los mercados laborales de los países de destino o en la búsqueda de oportunidades educativas.
La feminización de la migración se relaciona con las demandas del modelo económico actual. En el caso particular de Estados Unidos, a partir de 1980 se ha observado un crecimiento en la necesidad de servicios de cuidado infantil, esto se debe principalmente a la incorporación de las mujeres en el mercado laboral y a un aumento en el número de hogares de jefatura femenina, en conjunto con los bajos subsidios gubernamentales para los trabajos de cuidado que son erróneamente considerados “tareas de mujeres” Esta demanda de servicios de cuidado es generalmente cubierta por mujeres provenientes de países de menores ingresos, los empleos en los que se insertan estas mujeres suelen ser precarios y ofrecer nulas probabilidades de ascenso.
Las mujeres migrantes enfrentan además condiciones de vulnerabilidad particulares. De las víctimas de trata con fines de explotación sexual, el 83% son mujeres y niñas, así mismo, 35% de las personas traficadas con fines de explotación laboral son mujeres. Se estima que entre el 60% y el 80% de las mujeres que transitan por México en su camino hacia Estados Unidos sufren algún tipo de abuso sexual Es tal el riesgo de violación, que muchas mujeres optan por hacer uso de algún anticonceptivo antes de iniciar el viaje migratorio. Gran parte de estos delitos de los que las mujeres son víctimas quedan impunes.
Las mujeres migrantes contribuyen de manera importante a las sociedades de las que forman parte. Aportan su talento y fuerza de trabajo, envían remesas a sus países de origen y constantemente cambian las ideas y normas de los lugares en los que se encuentran, en suma, son una fuerza transformadora. Además de reconocer su valor y su importancia en la sociedad, es importante seguir trabajando para erradicar la violencia de género y seguir avanzando en el camino hacia la equidad, de esta forma lograremos garantizar entornos seguros en los que las mujeres y las niñas puedan desarrollarse plenamente.